Un familiar directo de la niña fallecida el fin de semana en la entrada a Fábricas Monterrey, de Ensenada, afirmó que ella jugaba a las escondidas al momento en que fue arrastrada y atrapada por el portón eléctrico, según el informe de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Fue a las 14:10 horas del sábado 24 de agosto, cuando a través de la línea de emergencia 911 se solicitó la presencia policial en la avenida Reforma y calle Bronce, de la colonia Luis Echeverría, porque, al parecer, se había suscitado un incidente en el que una menor de edad estaba involucrada.
En el lugar, personal adscrito a la Estación Norte observó que la puerta tubular corrediza de entrada a la fábrica estaba abierta y que adentro de las instalaciones había una ambulancia y una unidad de la Dirección de Bomberos, por lo que ingresaron al sitio.
Los oficiales observaron que al costado izquierdo de la puerta, junto a una caseta de vigilancia y sobre un área de césped, estaba tendida en el suelo a una niña de aproximadamente cuatro años.
Paramédicos les informaron que habían acudido a atender un reporte de menor lesionada, y que al brindarle los primeros auxilios se percataron que no tenía signos vitales, motivo por el cual los uniformados acordonaron el perímetro y solicitaron la presencia de la Policía Ministerial.
Al iniciar el protocolo como primer respondiente, entrevistaron a posibles testigos de lo sucedido, a lo que un familiar directo de la menor les manifestó que ella se había dirigido al portón para jugar a las escondidas, cuando éste se abrió y la arrastró para quedar atrapada en el mismo.
La persona indicó que al registrarse el hecho, de la caseta de vigilancia salió una persona con la que momentos antes había platicado y a quien señaló como el guardia de seguridad encargado de abrir y cerrar dicho portón.
Posteriormente, los uniformados se dirigieron con la persona responsable de la fábrica quien les autorizó realizar lo conducente, razón por la que se identificaron con el señalado, le explicaron el motivo de su presencia y que sería detenido.
Los agentes colocaron candados de manos y dieron lectura de derechos a Ciro “N”, de 46 años, quien fue puesto a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado para la investigación correspondiente.
Durante la tarde de este lunes 26 de agosto, personal de la fiscalía estatal dio a conocer que el adulto quedó en libertad, al no acreditarse algún delito en su contra, dentro del término constitucional de las 48 horas.
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